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Ecuador como metáfora de la migración contemporánea

11

Sep
2024

Imagen destacada de la entrada

Por Paloma Rincón

Relatoría número 1 de las Lecciones de Cine Latinoamericano. Sesión que se llevó a cabo el 4 de septiembre de 2024 y estuvo a cargo de María Cristina Carrillo (Ecuador)

Este cine muestra esa mixtura, esa filtración de la cultura foránea en el nuevo país, lo que despierta resistencia entre los locales y abre la discusión sobre la necesidad de sentir pertenencia a pesar de no ser autóctonos del territorio.

Retina Latina ofrece en 2024 una nueva edición de sus Lecciones de Cine, ésta vez para hablar de las Historias de Migración en el Cine Latinoamericano, en donde conoceremos diversas facetas del fenómeno migratorio en la región. Se abordarán temas como la migración económica, el exilio político, el desplazamiento forzado por razones ambientales y climáticas, así como las estrategias para la promoción y distribución del cine sobre migración. Conversaremos sobre el potencial del lenguaje audiovisual para reflejar la complejidad de éste fenómeno social, construyendo diferentes narrativas que expanden nuestra comprensión de las experiencias migratorias.

Durante la primera lección nos acompaña María Cristina Carrillo, antropóloga y cineasta ecuatoriana quien es doctora en Antropología Social por la Universidad Autónoma de Madrid y graduada en Cine por la Escuela de San Antonio de los Baños (EICTV) en Cuba. Sus áreas de especialización incluyen procesos migratorios, cine y estudios de género. Es directora de LÍNEA IMAGINARIA, Muestra de Cine Ecuatoriano en España. Su documental «La Churona, historia de una Virgen migrante» ha recibido reconocimientos internacionales y se ha proyectado en numerosos festivales. También ha sido docente en FLACSO-Ecuador y cuenta con diversas publicaciones sobre migración, familias transnacionales, fotografía y género. Es miembro de DOCMA – Asociación de Cine Documental en España, y de la Academia de las Artes Audiovisuales y Cinematográficas del Ecuador. Es además colaboradora científica en varias revistas académicas.

La migración es un proceso vivo, cambiante, determinado por factores históricos, políticos, económicos, climáticos, etc., que escapan constantemente del control de los individuos. En su charla “Ecuador como metáfora de la migración contemporánea”, María Cristina nos ofrece un panorama general sobre la multicausalidad de los movimientos migratorios en este país, invitándonos desde el comienzo a superar el análisis simplista. La conversación contempla la diversidad de personas migrantes, la influencia de la migración irregular, los cambios en los controles migratorios, las problemáticas específicas de género, la interrelación entre el país de origen y el país de destino, y, finalmente,  la agencia que ejercen los sujetos migrantes sobre sus propios procesos. 

Es en ese panorama que el cine demuestra su capacidad de revelar los diferentes enfoques que tiene la experiencia migratoria, descubriendo tanto los problemas estructurales como los dilemas personales, familiares e íntimos. María Cristina nos trae algunos títulos de referencia para aproximarnos a la filmografía ecuatoriana que aborda la migración y, sobre todo, nos permite conocer sus propias reflexiones a través de su documental La Churona, en donde sus vivencias personales, la mirada antropológica y el proceso cinematográfico, se encuentran.

Para introducirnos a un marco teórico general, María Cristina nos señala algunas teorías predominantes que son complementarias entre sí, y que intentan responder a la pregunta: ¿Por qué las personas emigran? En esa dirección, uno de los enfoques más aceptados pone en la base las condiciones económicas de las sociedades y las naciones. Se trata del clásico “push and pull”, es decir, se entiende la migración como una dinámica de factores que empujan al individuo que emigra y que a su vez lo atraen a la sociedad a la que llega. En términos muy simples, este tipo de teoría nos propone que la motivación para que las poblaciones de países “subdesarrollados” se desplacen hacia países “desarrollados” es surgir económicamente y mejorar su calidad de vida. 

Así mismo, existen enfoques macro y micro económicos, además de perspectivas que evidencian necesidades de estabilidad no sólo monetaria, sino en términos de seguridad social para las familias migrantes, cobertura educativa, posibilidad de vivienda, etc. En ese mismo sentido, el fenómeno migratorio se puede analizar también observando las dinámicas de trabajo en los países de destino para los cuales operan categorías laborales donde los migrantes asumen, casi sin excepción, los trabajos de base. 

Si bien las teorías económicas predominantes ayudan a estructurar una primera reflexión sobre la migración, la realidad es que dejan por fuera una larga serie de variables que tienen una profunda incidencia y que permiten analizar el fenómeno no sólo desde sus causas, sino también desde su impacto social en los países de destino y origen. María Cristina resalta, por ejemplo, la importancia de los lazos de parentesco y amistad, y la creación de redes de colaboración en los procesos de migración.

Imagen de La Churona, historia de la virgen migrante

El enfoque transnacional justamente pone en evidencia el intercambio entre los territorios, rescatando particularmente el vínculo que se mantiene con el país de origen mientras se es migrante. En este caso, observamos la existencia de un flujo constante de información, dinero, personas, bienes, símbolos, etc. En la actualidad podemos rastrear con mayor facilidad este fenómeno, en donde los individuos se mantienen en permanente comunicación con su comunidad de origen, están atentas y atentos a la realidad política, y mantienen un intercambio tanto económico como emocional y simbólico. La palabra clave en este caso es la simultaneidad y nos permite entender la migración no como un hecho que ocurre en un sólo territorio, sino como un proceso de transformación en varias sociedades a la vez. 

Por otra parte, existe también un enfoque de género que, si bien no es una teoría migratoria en sí, es una herramienta crítica para cuestionar y profundizar el análisis. No cabe duda que el desplazamiento puede darse como vía de escape a violencias estructurales, es decir, la migración puede ser síntoma de un sistema represivo donde son castigadas, por ejemplo, las diversidades sexuales. Además, tomando herramientas del enfoque transnacional, la perspectiva de género nos ayuda a preguntarnos qué sucedió con los núcleos familiares que se quedaron en el lugar de origen, por lo general mujeres y niños. ¿Cómo han tenido que desarrollar sus propias dinámicas para vivir, trabajar y hacer comunidad, y cómo constituyen ese “país que se quedó»?

Todas éstas teorías, enfoques y variables están presentes en la historia de migración de la población ecuatoriana. Aunque sólo tenemos una mirada general, con ayuda de gráficas María Cristina nos indica las variaciones en el comportamiento de esos procesos: en qué años aumenta el desplazamiento y con qué contexto político y económico coincide. El fenómeno cambia en función de las políticas estatales, por la exigencia de visados, por necesidades sociales específicas, etc. Por ejemplo, se destaca el aumento del desplazamiento a finales de la década del 90, generando una migración masiva, provocando una gran transformación social en el país. 

Esa fuerza de transformación que tiene la migración abre la necesidad de entender e integrar el fenómeno a través del cine. Cada forma de vivir este proceso tiene una traducción audiovisual distinta, lo cual agudiza nuestra capacidad de observación y comprensión. Maria Cristina comparte con las y los participantes algunos títulos destacados de la cinematografía ecuatoriana relativa a este tema. Si bien, el trabajo documental es el más abundante, podemos encontrar algunos largometrajes de ficción como: 

  • Fuera de juego, Víctor Arregui, 2002
  • Zuquillo exprés, Carl West, 2000
  • Prometeo deportado, Fernando Mieles, 2010
  • Vengo volviendo, Gabriel Páez e Isabel Rodas, 2015

En el campo del documental, pueden destacarse:

  • Problemas personales, Manolo Sarmiento y Lisandra Rivera, 2002
  • Bienvenido a tu familia, Diego Ortuño, 2009
  • Cesars Grill, Darío Aguirre, 2013
  • La Churona, María Cristina Carrillo, 2010

En el documental de 82 minutos, La Churona, escrito y dirigido por María Cristina, encontramos una manera muy audaz y sensible de aproximarnos a la realidad migratoria de mujeres y hombres de Ecuador que viven en España. Se trata del seguimiento a una réplica de la figura de una virgen tradicional ecuatoriana, la cual intenta ser integrada por la comunidad  a las celebraciones religiosas en la capital española:

La Virgen del Cisne (La Churona) arma un revuelo entre ecuatorianos y españoles en Madrid. Como si se tratara de una inmigrante sin papeles, La Churona deambula en busca de un altar. Este documental aborda la migración desde una óptica diferente, alejada de los tópicos tradicionales, que muestra los conflictos e intereses que confluyen en torno a los migrantes, sus creencias, expectativas y deseos. 

La estructura de la película gira en torno a esa “sencilla” problemática con la virgen y a partir de allí aborda las tensiones sociales y culturales que hay en el fondo de la experiencia migrante. En este sentido, para María Cristina es de gran utilidad el enfoque transnacional y de género, pues su interés recae en lo que sucede en las comunidades y cómo éstas buscan adaptarse a su país de destino mientras mantienen contacto con su origen. Este cine muestra esa mixtura, esa filtración de la cultura foránea en el nuevo país, lo que despierta resistencia entre los locales y abre la discusión sobre la necesidad de sentir pertenencia a pesar de no ser autóctonos del territorio.

Ésta conversación con María Cristina nos invita a repensar la migración actual, entendiendo que los contextos, las causas y los efectos se transforman, por lo cual es urgente descubrir nuevas variables y herramientas para entender los fenómenos sociales. En el presente, el desarrollo tecnológico, la realidad política, las luchas sociales contemporáneas, las crisis económicas, etc., tienen un impacto único. Además, debemos descentrar la mirada del viejo esquema migrante entre países desarrollados y subdesarrollados, pues la realidad nos demuestra que hay un gran movimiento entre países, por ejemplo, de América del Sur: ¿Qué ocurre con esos otros movimientos migrantes entre países y regiones vecinas?

Ésta primera sesión de las Lecciones de Cine Latinoamericano 2024 prepara el terreno para explorar la migración de manera más crítica, diversa y creativa. Películas como La Churona constituyen una corriente del cine con sus propias narrativas, estéticas y preocupaciones, y dan cuenta del valor del audiovisual como mecanismo de reflexión en sí mismo. La creación cinematográfica exige establecer lazos con la comunidad, investigar, inventar formas para narrar una realidad compleja y abordar una problemática desde su matriz estructural hasta llegar a su expresión más particular y humana. Ese es el diálogo entre cine y migración que continuaremos explorando a lo largo de las próximas lecciones.

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