El abrazo de la serpiente en los Oscar
4
Mar
2016
Entrevista a los realizadores del Abrazo de la Serpiente (Ciro Guerra y Cristina Gallego) sobre su nominación a Mejor película extranjera en los Premios Oscar 2016.
Por primera vez en la historia, una película colombiana fue nominada al Oscar. Se trata de “El abrazo de la serpiente”, de Ciro Guerra, que compitió el pasado 28 de febrero en Los Ángeles por el premio a la Mejor Película Extranjera que otorga la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos, frente a títulos como “Son of Saul” (Hungría), “Mustang” (Francia), “Theeb” (Jordania) y “A War” (Dinamarca). El Oscar, finalmente, fue para la película húngara. Pero la expectativa que generó la participación de Colombia en la competición sorprendió al propio realizador y a su productora, Cristina Gallego, ya que el país recibió la noticia, aseguran ambos, “como si hubiéramos llegado a la final del Mundial de fútbol”.
Es que no muchos la daban a “El abrazo de la serpiente” como probable candidata al premio. “Nos decían los distribuidores de Estados Unidos que estábamos solo en un 30% de las predicciones, que podíamos dar la sorpresa, pero pocos nos ponían dentro de las cinco nominadas, así que no lo esperábamos –cuenta Gallego–. Fue, realmente, toda una sorpresa”. “Mucha gente perdió plata si apostó en contra nuestra”, agrega el realizador, hablando de la nominación.
Guerra cuenta que el equipo de producción y técnicos de la película “nos juntamos para desayunar y ver el anuncio de las nominaciones en Caracol, que es uno de los inversionistas de la película. Era un momento bonito, encontrarnos con gente que hacía mucho tiempo no veíamos y ver que pasaba, pero no teníamos demasiadas expectativas”.
Hasta que sucedió el milagro de quedar nominados. “Fue como si tu equipo hubiera metido un gol en una final. La gente brincaba y gritaba, fue increíble. Tuvimos que parar porque fuimos secuestrados por la prensa para hacer entrevistas, pero luego nos volvimos a juntar a la noche para celebrar. Y seguimos festejando durante días”, agregan.
La nominación implicó más y más trabajo, más y más viajes y recorridos tratando de que la película sea vista por la mayor cantidad de votantes posible. “Fuimos a Sundance y luego a Los Ángeles a seguir haciendo funciones para la Academia y prensa –cuenta, casi al unísono–. Y la película también se estrenó allí el 17 de febrero, así que esperamos que la nominación ayude a que la película se vea en los cines. Es una muy buena publicidad”.
¿Qué sucedió para que se produjera la sorpresiva nominación? Guerra asegura que “la gente conectó con la película, responde muy bien. En las proyecciones sentimos que conectaban con la búsqueda espiritual. Muchos miembros de la Academia son ex hippies y me hablaban de sus viajes a la India, de Castaneda, de cosas que jamás conecté con la película. También los tocaba el tema de la violencia. Se están haciendo estas preguntas acerca de la relación con otras culturas y, especialmente, la revalorización del conocimiento tradicional, pero no como folklore o superstición solamente”.
Para Gallego, “el tema de la conservación del planeta y el cambio climático también les interesó. La película va a eso. Invita a pensar y a reflexionar sobre esta sociedad moderna de acumulación frente a una cultura de soltar. Y siento además que la película es muy arriesgada pero a la vez accesible. Y eso es algo que comparte con el resto de las nominadas”.
Alrededor suyo, dicen ambos, sintieron un clima de enorme felicidad. “No sólo dentro del gremio, sino en la gente común también, en la calle nos paraban para felicitarnos –dicen–. La prensa también está muy entusiasmada. La película llevó unos 120.000 espectadores cuando se estrenó y ahora la reestrenamos y está siendo un éxito”.
La película es una coproducción con Argentina y Venezuela y, cuentan que los enorgullece que sea “una película totalmente sudamericana”. Gallego agrega: “Antes se hacían coproducciones mayoritariamente con Europa y esta vez la armamos con Venezuela y Argentina. Es una película hecha toda por nosotros. El acabado fílmico se hizo en Cinecolor de Argentina, que es una de las pocas que siguen trabajando con 35mm, y ellos le pusieron un cariño muy grande al trabajo.”
“Estando en medio de la selva y filmando en celuloide teníamos que enviar el material a revelar y recién lo veíamos semanas después. Y lo mismo con el sonido, que se hacía en Venezuela. Es una cosa súper chévere poder romper fronteras así. Siento que es una película colombiana, argentina y venezolana a la vez”, agrega el realizador de “Los viajes del viento”. La película se estrenó en Argentina el 18 de febrero.
El premio finalmente no se logró, pero se hizo el máximo esfuerzo y hasta último momento las expectativas por dar una sorpresa y superar a la película favorita húngara no se perdían, asegura Gallego. “Tuvimos un gran apoyo del gobierno colombiano, vía el fondo Proimágenes, que aportó mucho antes de la nominación y lo siguió haciendo después. Lo mismo de parte de Caracol y de la distribuidora norteamericana, Oscilloscope –cuentan–. Fue increíble haber llegado hasta aquí y haber vivido todo esto. Fue muy emocionante y además nos abrió muchísimas puertas. Ahora lo único que queremos es descansar un poco y estar con nuestros hijos”.