El cine político en América Latina
8
Jun
2017
El cine político es quizás uno de los más recurrentes en América Latina y uno de los que más fama y trascendencia le ha dado en el panorama internacional, especialmente por las inventivas formas en las que los directores del continente lo han trabajado. En este grupo de cinco películas se pueden ver claramente varios de esos estilos puestos en juego.
La peruana La Cantuta en la boca del Diablo recupera una de las historias más cruentas del terrorismo de estado en ese país mediante una investigación documental en la que se sigue el descubrimiento de esos crímenes. Relativamente similar es el trabajo que se hace en la boliviana La bala no mata, que se desenvuelve como una investigación de tipo periodístico apoyada en los recuerdos de personas que lucharon en la Revolución Boliviana de 1952.
En el film uruguayo D.F. Destino final, el documental de tipo periodístico se combina con uno personal, ya que aquí el director es el propio hijo de la víctima, quien fuera presidente de la Cámara de Representantes de ese país y asesinado por miembros de la dictadura en 1976.
El eje del film del director de El cultivo de la flor invisible son los testimonios de varias madres que han perdido a sus hijos, jóvenes que forman parte del más triste de los legados de las dictaduras latinoamericanas: los desaparecidos. Ellas recuerdan a sus seres queridos y exponen en toda su dimensión los alcances emocionales del dolor y la ausencia.
Las otras dos películas se corren ya hacia la ficción. Bastante diferente es el registro de Violencia, en la que el director colombiano Jorge Forero apuesta a simbolizar las distintas maneras en las que se ha presentado el histórico conflicto en ese país a partir de relatos minimalistas, centrados en las vidas cotidianas de tres personas de diferentes clases sociales, bandos y circunstancias enredadas en un círculo de muerte. Finalmente, la ecuatoriana 1809-1810: Mientras llega el día se apoya en el relato histórico más tradicional para contar los disturbios políticos que tuvieron lugar en ese país entre españoles y locales, con un triángulo amoroso de por medio, como metáfora de ese conflicto.
De movimientos históricos como el Cinema Novo y el Tercer Cine –en las décadas de 1950, 1960 y 1970– a las variadas formas de hoy, el cine político continúa vigente como nunca en América Latina.
Por Diego Lerer, de OtrosCines.com, para Retina Latina