El milagro de sal, de Luis Moya Sarmiento
26
Oct
2016
Estrenada en el Festival de San Sebastián de 1958, esta película de Luis Moya Sarmiento (nacido en México en 1907 y fallecido en Colombia en 1966) es un drama social que se concentra en una época (1932) y en un lugar (los hechos transcurren en una mina de sal en plena montaña) del que pocos registros audiovisuales hay. Por eso, más allá de sus valores artísticos (que los tiene), la recuperación de este tipo de films constituye un paso fundamental en la preservación no sólo del acervo cinematográfico sino incluso de la memoria de un país y una región.
La película arranca con un periodista del diario Imparcial de Bogotá que -buscando temas para su siguiente columna- recuerda el caso de una tragedia ocurrida en los socavones en 1932. Tras investigar los sucesos, viaja al lugar para entrevistar a uno de los pocos sobrevivientes de la explosión que mantuvo incomunicados durante varios días a los mineros (hay algo del reciente film Los 33 -y del caso de los trabajadores chilenos- en esa vieja historia).
Más allá del uso didáctico de la voz en off (a cargo de Enrique Pontón) o de la inocente subtrama de la historia de amor entre Andrés y Clara (una forma de “compensar” la dureza del resto del relato), este melodrama tiene elementos que remiten al neorrealismo italiano (se trabajó con actores no profesionales) y al cine social con una mirada nada complaciente sobre las duras condiciones de trabajo en las minas, la precaria seguridad y los riesgos del alcoholismo y de las bajezas de algunos personajes. Por otra parte, claro, está la valentía y la hidalguía de muchos otros a la hora de enfrentar situaciones extremas.
Con su espíritu edificador, su fuerte carga moral, su presentación de la tragedia, pero también de los aspectos milagrosos del caso, la película de Moya Sarmiento surge, sin dudas, como un clásico insoslayable del cine colombiano y latinoamericano de la década de 1950.
Por Diego Batlle, de OtrosCines.com, para Retina Latina