Entrevista a Rodolfo Gárate, director de Sitio 53: Entre la denuncia y la memoria
18
Ago
2016
Otros Cines: ¿Cómo descubriste esta historia y por qué decidiste transformarla en documental?
Rodolfo Gárate: La historia del cementerio inundado la conocí a través de una pequeña noticia en el diario. En ella se decía que unos antropólogos acuáticos planteaban que era posible recuperar los restos. Y ahí nace el documental. Pensé que hacer un seguimiento a este eventual desentierro desde el fondo del lago artificial provocado por la represa Ralco sería la trama simbólica para poder contra la historia de abusos y faltas de respeto hacia los pueblos originarios en Chile, y de esta forma también hablar del mismo fenómeno de abuso con los pueblos indígenas de toda Latinoamérica.
O.C.: Tienes un alto grado de cercanía e intimidad con la protagonista, acompañándola con la cámara a todos lados. ¿Cómo lograste eso?
R.G.: Luego de conocer esta historia, y al investigar el caso, supe de María Curriao, la dirigente mapuche-puehuenche que protagoniza el documental. Al conocernos personalmente le planteé en forma directa y trasparente lo que quería hacer. Básicamente dejar constancia en un documental que la inundación del cementerio sí fue real, para que ella y su comunidad tuvieran la película como testimonio de lo que les tocó vivir. Y si les servía para denunciar lo sucedido, mejor aún. Lo que buscamos de esta forma fue anular las voces que decían -incluso en la misma empresa hidroeléctrica responsable de esta negligencia- que lo del cementerio era no era real. Así construimos confianza con María y logramos acompañarla en su lucha.
O.C.:¿Por qué crees que estas injusticias y negligencias se siguen cometiendo?
R.G.:Vivimos en una mundo dónde la construcción de lo colectivo está muy dañada. Y en Chile esto es dramático. Y -creo- esa es la base de los problemas que vive nuestro país en la actualidad. Entonces, para conseguir objetivos se pasa por arriba de los demás sin importar costos. Si a esto le sumas la discriminación y el racismo subyacente, te das cuenta de que se puede inundar un cementerio y sólo sale en una pequeña noticia en una hoja perdida dentro de un diario. No sé si son las políticas neoliberales. Pero sí sé que es algo de criterio básico, que algunas personas lamentablemente tienen muy trastocado. Si a esto le sumas el desdén con que se tratan las políticas públicas hacia los pueblos indígenas (presionadas por los capitales que interviene sus territorios), tienes como resultado un cementerio a 100 metros de profundidad. Y a nadie le importa. Eso es muy decepcionante.
O.C.:¿Cambió en algo la situación desde el final de la película hasta ahora? ¿Sigues en contacto con ellos y con la situación?
R.G.:Nada cambió. Salieron algunos artículos de prensa. Hubo algún oportunismo de políticos de esa zona donde ocurrió la inundación. Pero nada concreto. Bajar el nivel del agua de la represa Ralco (que es la más importante de Chile) es algo que nadie planteó. Ninguna autoridad. Ni la justicia. Menos la empresa ENDESA, de origen español, pero que ahora es filial de la empresa eléctrica ENEL de Italia. Al salir la película al aire más personas se enteraron por su trasmisión en televisión y participación en festivales. Y, como te decía, lo bueno es que María y su comunidad tienen un testimonio documental con esta historia que exhiben en foros de denuncia. También la reconocida cantante chilena Camila Moreno (que hizo la música original de la película) siempre canta en sus conciertos el tema Yo enterré mis muertos en Tierra para denunciar este caso.
O.C.:¿Qué expectativas te genera que se pueda exhibir y ver gratuitamente en Retina Latina?
R.G.:Muchas personas me pedían verlo. Pero no teníamos plataforma. Pero ahora que estará en Retina Latina mucha más gente lo podrá ver. Esperamos que siga metiendo ruido para denunciar esta situación. Y sí, sigo en contacto con María Curriao, que aún lucha para recuperar los cuerpos de sus familiares. Permanentemente ella va a la orilla del lago artificial a mirar el sitio donde estaban enterrados. Ella sabe que debe seguir velando por la memoria de ellos.
Por Diego Lerer, de OtrosCines.com, para Retina Latina