Mujeres en pandemia

Claudia Salinas, médica pediatra de 35 años, narra cuando tuvo que renunciar a su trabajo a causa de la alta recarga laboral para poder dedicarse a su bebé y evitar poner en riesgo de contagio por Covid a sus familiares. Su decisión implicó dejar la autonomía económica a la que estaba acostumbrada para depender de los ingresos de su esposo, y aunque fue de mutuo acuerdo, Claudia sufrió de depresión por el confinamiento y por la recarga de las tareas domésticas. En un futuro espera contar con el apoyo de su familia para retomar la academia y especializarse así como para recuperar su independencia financiera. Su historia se entrelaza con la deEsperanza, de 33 años psicóloga, feminista y anitimilitarista, quien fue victima de ciberacoso durante la pandemia y quien también ha hecho terapia psicosocial a todo tipo de víctimas de crímenes de estado. El excesivo aumento de consultas de pacientes por violencia y el cyberataque que recibió por parte de un grupo armado neo nazi durante un espacio virtual de biodanza, le despertaron el trauma relacionado a los abusos sexuales que sufrió en la infancia por sus propios familiares. Hoy Esperanza, después de hacer un acto de justicia restaurativa con su agresor, se dedica a elaborar estrategias de acompañamiento online y reconoce cómo este tipo de acciones tienen un efecto positivo sobre las personas a las que brinda apoyo psicosocial. medulassanando