Violencia, de Jorge Forero

La ópera prima del joven realizador colombiano, que participó en el Festival de Berlín 2015, se divide en tres episodios, todos ligados a las diversas formas de la violencia que atraviesan a Colombia a lo largo de las últimas décadas. La primera de las subtramas toma como eje a un hombre secuestrado en medio de una selva y está narrada desde su punto de vista; es decir, de quien soporta esa violencia sin poder hacer nada. La segunda elige a un joven de la periferia de Bogotá que trata de salir adelante económicamente y termina cayendo en un cruento engaño (los llamados “falsos positivos”). La tercera, por su parte, se basa en un instructor paramilitar que enseña a cometer todo tipo de atrocidades. Violencia es un film de pocas palabras en el cual Forero elige observar las acciones cotidianas de los protagonistas en medio de las diferentes circunstancias que le tocan vivir. No apuesta a generar una trama convencional en cada uno de los casos sino que intenta retratar sus pasos y su experiencia en un sentido más puramente cinematográfico, tratando que sean las imágenes las que dejen en evidencia los alcances del título del film. En ese sentido, cada episodio del tríptico tiene también un tratamiento audiovisual diferente. Se trata de un retrato de la cotidianeidad de la violencia que prescinde de la espectacularidad visual de la recreación o del juicio moral acerca de las actitudes de los personajes. Lo que intenta Forero es, claramente, poner al espectador en medio de una serie de situaciones conflictivas y hacerlos convivir con ellas, como si fueran ellos los que las están atravesando. Una perspectiva vivencial que intenta poner en la piel, en los ojos y en el cuerpo la experiencia de la violencia. Por Diego Lerer, de OtrosCines.com, para Retina Latina